Esta experiencia me ha ocurrido alguna vez, y seguro que a ustedes también (o algo parecido): Me despierto por la mañana y, tras unos instantes iniciales de “aparente normalidad”, rápidamente me percato de que no puedo mover ni un sólo músculo. Sigo como dentro de un sueño… pero a la vez estoy despierto. Oigo perfectamente a mis padres moverse por la casa, noto claramente su presencia a mi alrededor, e intento hablar… gritar para avisarles de que me ayuden… pero no sale sonido alguno de mi garganta. Me cuesta respirar. El pánico se apodera de mí… trato de tranquilizarme, pero es en vano. Mi corazón late a mil por hora. Pienso entonces que sería buena idea hacer movimientos bruscos para que me vean… lo intento con todas mis fuerzas pero no consigo más que agitar ligeramente los dedos. Cuando al fin logro despertar lo recuerdo todo perfectamente… no como un sueño, sino como algo que ha sucedido de verdad… pero, ¿que es esto? ¿que ha ocurrido realmente?
La parálisis del sueño (que es como se llama este fenómeno) es algo completamente normal y se produce cada vez que uno duerme. Es el mecanismo natural de defensa del organismo (mediante la segregación de una sustancia por el cerebro) para evitar el “escenificar físicamente los sueños”, lo cual podría resultar dañino y peligroso para el individuo dormido. Pero a veces hay un pequeño “fallo”… y esta sustancia se emite cuando estamos en el periodo de transición entre el sueño y la vigilia, ocurriendo entonces que el cuerpo continua estando dormido, pero la mente ya se ha despertado (en ente sentido es lo contrario al sonambulismo). Puede ocurrirnos tanto al acostarnos -hipnagógicos- como al despertarnos -hipnopómpicos- y esto ocasiona que el individuo mezcle sensaciones reales del entorno que le rodea con cualquier tipo de alucinación y fantasía producida por un sueño. En definitiva el sujeto se siente incapaz de realizar cualquier movimiento o de hablar, pero está plenamente consciente de su situación y de lo que ocurre a su alrededor, ya que puede oír, oler o percibir sensaciones táctiles, incluso ver si tiene los ojos abiertos.
Las alucinaciones durante los episodios de parálisis de sueño dependen mucho de las creencias y experiencias de cada uno. Así se presentan a menudo sensaciones de flotación. Hay quienes experimentan (como yo en el caso que explico al principio) una presencia en la habitación, cerca de la cama, o incluso en ésta. A veces esta presencia parece incluso diabólica y se interpretan como ataques de espíritus. Sucede que el durmiente se siente atacado, por estrangulación o sofocación. Esto es así porque una de las sensaciones es la de notar un peso encima (por eso a este fenómeno se le conoce en México como “la subida del muerto”). También la Parálisis del Sueño junto a las poluciones nocturnas es la explicación de las leyendas de íncubos y súcubos cuando la fantasía incluye ataques sexuales.
Muchos especialistas piensan además que fenómenos como los viajes astrales o las abducciones extraterrestres pueden tratarse en realidad de sensaciones provocadas durante la parálisis del sueño y las alucinaciones hipnagógicas que la acompañan. Así la mayoría de estas historias incluyen el hecho de que la persona se encuentra dormida o somnolienta. Y también la mayor parte de las veces la persona es paralizada. Además es común que las alucinaciones vayan acompañadas de memoria falsa (donde la persona se persuade en creer algo que no sucedió, y agrega elementos para hacer más coherente la historia).
La parálisis del sueño es un fenómeno extremadamente común que ocurre por lo menos una vez en la vida en el 40 a 50 por ciento de los sujetos normales. Sin embargo, como un problema crónico es mucho menos común (y suele estar asociado a la narcolepsia). También pueden presentarse al tratar de conseguir sueños lúcidos. Estos sencillos consejos te pueden servir para lidiar con ellos y evitarlos.
Las alucinaciones durante los episodios de parálisis de sueño dependen mucho de las creencias y experiencias de cada uno. Así se presentan a menudo sensaciones de flotación. Hay quienes experimentan (como yo en el caso que explico al principio) una presencia en la habitación, cerca de la cama, o incluso en ésta. A veces esta presencia parece incluso diabólica y se interpretan como ataques de espíritus. Sucede que el durmiente se siente atacado, por estrangulación o sofocación. Esto es así porque una de las sensaciones es la de notar un peso encima (por eso a este fenómeno se le conoce en México como “la subida del muerto”). También la Parálisis del Sueño junto a las poluciones nocturnas es la explicación de las leyendas de íncubos y súcubos cuando la fantasía incluye ataques sexuales.
Muchos especialistas piensan además que fenómenos como los viajes astrales o las abducciones extraterrestres pueden tratarse en realidad de sensaciones provocadas durante la parálisis del sueño y las alucinaciones hipnagógicas que la acompañan. Así la mayoría de estas historias incluyen el hecho de que la persona se encuentra dormida o somnolienta. Y también la mayor parte de las veces la persona es paralizada. Además es común que las alucinaciones vayan acompañadas de memoria falsa (donde la persona se persuade en creer algo que no sucedió, y agrega elementos para hacer más coherente la historia).
La parálisis del sueño es un fenómeno extremadamente común que ocurre por lo menos una vez en la vida en el 40 a 50 por ciento de los sujetos normales. Sin embargo, como un problema crónico es mucho menos común (y suele estar asociado a la narcolepsia). También pueden presentarse al tratar de conseguir sueños lúcidos. Estos sencillos consejos te pueden servir para lidiar con ellos y evitarlos.
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