"La Policía del Cerebro” y "La Gran Mentira"
Cada vez que usted alegue que está sucediendo una
conspiración, especialmente en el campo de la ciencia, usted está pisando en
hielo delgado. Nosotros tendemos a ser muy escépticos acerca de las
conspiraciones—a menos que vengan de la Mafia o algunos radicales Musulmanes
detrás de la supuesta conspiración. Pero la evidencia es abrumadora, y la
ironía es que mucho de ello está a la vista.
La buena noticia es que los jugadores son obvios. Su
estrategia, o incluso sus tácticas de ‘juego-por-juego’ son transparentes, una
vez usted aprende a ubicarlas. Sin embargo, no es tan fácil penetrar a través
de la cortina de humo de la propaganda y desinformación, para lograr sus
subyacentes motivos y metas. Sería conveniente si pudiéramos señalar a una
unidad de fontanería, y a un descarado mentiroso como Richard Nixon, pero esta
es una operación más sutil.
Las malas nuevas: la conspiración es global, y hay muchos
grupos de intereses personales encubiertos. Una investigación superficial
produce los usuales sospechosos: científicos con un hacha teórica para
despedazar carreras a futuro y el status quo a mantener. Su modus operandi es
“La Gran Mentira” – y mientras más grande y más extensamente publicitado,
mejor.
Ellos se apoyan invocando sus credenciales académicas para apoyar
sus argumentos, y la suposición es que nadie tiene el derecho de cuestionar sus
autoritarias declaraciones, de que:
-No hay ningún misterio sobre quien construyó la Gran
Pirámide, o cuales fueron los métodos de su construcción, y que la Esfinge no muestra
señales de daños por agua.
-No existieron los humanos en las Américas antes de 20,000
A.C.
-La primera civilización data hacia atrás no más allá de 6000
A.C.
-No existe información acerca de anomalías documentadas,
inexplicables o enigmáticas para tomar en cuenta o considerar.
-No hay tales civilizaciones perdidas o no tomadas en
consideración.
-¡Dejemos que la evidencia de lo contrario nos cuente!
Ataques Personales: Disputa sobre Edad de la Esfinge y la
Gran Pirámide
En 1993, la NBC, en los Estados Unidos, ventiló Los
Misterios de la Esfinge, presentando evidencia geológica que demostraba que La
Esfinge era por lo menos el doble de antigua (9,000 años) de lo que afirmaban
los egiptólogos. Ha llegado a ser muy bien conocida como “la controversia de la
erosión por agua”. Una vista cercana a la politiquería que despliegan los
egiptólogos para combatir esta minimización de su territorio es instructiva.
El egiptólogo autodidacta, John Anthony West sacó el tema de
la erosión por agua a la atención del geólogo, Dr. Robert Schoch. Ellos fueron
a Egipto y lanzaron una intensiva investigación en el sitio. Después de
estudiar a fondo, y de primera mano la Esfinge, el geólogo llegó a compartir la
conclusión preliminar de West, y anunciaron sus hallazgos.
El Dr. Zahi Hawass, el jefe de los Monumentos de Giza no
perdió tiempo en disparar una barrera de crítica pública a este par. El
renombrado egiptólogo, Dr. Mark Lehner, quien es visto como el primer experto
mundial en la Esfinge, se unió al ataque. Elacusó a West y a Schoch se ser
“ignorantes e insensibles”. Esta fue una curiosa acusación, la cual llevó el
tema fuera del nivel profesional, colocando el asunto entero a nivel personal.
No abordaba los hechos o temas para nada, y era altamente muy poco científico.
Pero debemos observar la táctica estándar de desacreditar a
cualquiera que se atreva a cuestionar las teorías aceptadas. Cambiando el
enfoque fuera de los temas, y “personalizando” el debate es una estrategia
altamente efectiva – una que es a menudo usada por políticos que se sienten
inseguros acerca de sus posiciones. Hawass y Lehner invocaron su estatus
intocable y su presunta autoridad. (Uno pensaría que la asesoría de un geólogo
tiene más peso en este punto en particular).
Poco tiempo después, Schoch, Hawass y Lehner fueron
invitados a poner el tema a debate en la Asociación Estadounidense para el
Avance de la Ciencia. A West no le fue permitido participar porque carecía de
los credenciales requeridos.
Esto señala a una suposición cuestionable que es parte del
arsenal del establecimiento: solamente científicos con credenciales pueden
practicar ciencia. Dos filtros mantienen al investigador independiente, sin
credenciales, fuera del juego: (1) los credenciales, y (2) peer review. Uno no
llega al número dos a menos que tenga el número uno.
La ciencia es un método que cualquiera puede aprender y
aplicar. No requiere credenciales para observar y registrar hechos, y pensar
críticamente acerca de los mismos, especialmente en las ciencias sociales
no-técnicas. En una sociedad libre y abierta, la ciencia debe ser un proceso
democrático.
Sea como sea, West fue descalificado. Los elementos del
debate han sido llevados hacia adelante y hacia atrás desde entonces, sin
llegar a una resolución. Es similar a la controversia sobre quien construyó las
Pirámides de Giza y de que manera fueron construidas.
Esto trae a colación el tema de La Gran Mentira, y cómo ha
sido promovida por generaciones delante de Dios y de todos. La controversia de
cómo fue construida la Gran Pirámide es un ejemplo. Sería fácilmente
establecido si los egiptólogos quisieran resolver la disputa. Una simple prueba
podría diseñarse y arreglarse por ingenieros imparciales que probarían o
desaprobarían su teoría disputada durante mucho tiempo – que fue construida
usando las herramientas primitivas y métodos de ese tiempo, aproximadamente
2,500 A.C.
¿Porqué no han hecho esto?
La respuesta es tan obvia que parece imposible: ellos saben
que la teoría es falsa.
¿Podría un científico entrenado y altamente educada
realmente creer que 2.3 millones de toneladas de piedra, algunos bloques
pesando hasta 70 toneladas, podrían haber sido transportadas y levantadas con
métodos primitivos?
Esto parece improbable, aunque no tienen ningún
remordimiento en contra de mentirle al público, escribiendo libros de texto y
defendiendo esta teoría contra las teorías alternativas. No obstante, debemos
notar que no permitirán ser sujetos a una prueba radical final.
Pensamos que es titular o de apoyo para cualquier científico
llevar la carga de la prueba de su tesis; no obstante, los científicos sociales
quienes hacen estas afirmaciones o demandas, nunca dan la cara para esta clase
de escrutinio. Esto es porqué debemos sospechar una conspiración. Ninguna otra
disciplina científica se saldría con la suya flexionando las reglas de la
ciencia. Todo lo que han hecho los egiptólogos alguna vez es ‘batearse’ o botar
teorías alternativas, usando tácticas pasadas por debajo de la mesa. Ya es
tiempo de que se insita que prueben sus propias propuestas.
¿Porqué intentarían los científicos esconder la verdad y
evitar cualquier prueba de su hipótesis?
Sus motivaciones son igualmente transparentes. Si puede
probarse que los egipcios no construyeron la Gran Pirámide en 2,500 AC, usando
métodos primitivos, o si la Esfinge puede ser fechada hasta 9.000 AC, toda la
casa de cartas se viene abajo. Puntos de vista ortodoxos de la evolución
cultural están basadas sobre una cronología de la civilización habiendo
comenzado en Sumeria no antes de 4,000 AC. La teoría no permite que una avanzada
civilización haya existido antes de ese tiempo. Fin de la discusión. La
arqueología y la historia pierden su significado sin una línea fija de tiempo
como unto de referencia.
Puesto que la teoría de la “evolución cultural” ha sido
atada a la teoría general de la evolución de Darwin, hay mucho más en juego.
¿Explica esto porqué son negadas y/o ignoradas las anomalías y enigmas? Sin
embargo, así es.
Las ciencias biológicas de hoy están basadas en el
Darwinismo.
Tácticas de Presión: Las Piedras de Ica del Perú
Ahora vayamos a otro caso muy diferente. En 1966, el Dr.
Javier Cabrera recibió una piedra como regalo de un granjero local muy pobre,
en su nativa Ica, Perú. Sobre esa piedra estaba tallado un pez, lo cual no
puede haber significado mucho para el aldeano promedio, pero significó bastante
para el educado Dr. Cabrera. El lo reconoció como una especia hace mucho tiempo
extinta. Esto levantó su curiosidad. El compró más piedras del granjero, quien
dijo haberlas recolectado cerca del río después de una inundación.
El Dr. Cabrera acumuló más y más piedras, y una palabra de
su existencia y potencial valor alcanzó a la comunidad arqueológica. Pronto, el
doctor había amasado miles de “Piedras de Ica”. Las talladuras sofisticadas
eran tan enigmáticas como fascinantes. Alguien había tallado hombres luchando
con dinosaurios, hombres con telescopios y hombres ejecutando operaciones con
equipo quirúrgico. También contenían dibujos de continentes perdidos.
Varias de la piedras fueron enviadas a Alemania, y fueron
fechadas a una remota antigüedad. Pero todos sabemos que los hombres no
pudieron haber vivido en el tiempo de los dinosaurios; que el Homo sapiens ha
existido desde hace solo 100,000 años.
A la BBC le llegaron rumores de este hallazgo, y se
apresuraron a producir un documental acerca de las piedras de Ica. Esta
exposición a los medios de comunicación detonó una tormenta de controversia.
Los arqueólogos criticaron al gobierno peruano por ser negligentes acerca de
reforzar leyes en antigüedades (pero esa no era su verdadera preocupación). Se
le aplicó presión a los oficiales del gobierno.
El granjero que había estado vendiendo las piedras a Cabrera
fue arrestado; el afirmó haberlas encontrado en una caverna, pero se negó a
descubrir la ubicación exacta a las autoridades, o, por lo menos, así lo
afirmaron.
Este caso fue descartado con tanto arte que enorgullecería a
cualquier político corrupto. El gobierno peruano amenazó con enjuiciar y
encarcelar al granjero. Le ofrecieron una apelación de canje; él, entonces,
re-contó su historia y “admitió” haber tallado las piedras, él mismo. Esto
parece altamente improbable, puesto que era analfabeto e inexperto, y allí
estaban unas 11,000 piedras. Algunas eran bastante grandes, e intrínsicamente
talladas, con escenas y animales que el granjero no podía haber tenido
conocimiento de ello sin ser paleontólogo. Habría necesitado trabajar cada día
durante varias décadas para producir ese volumen de piedras. Sin embargo, los
hechos fundamentales no estaban, ni aquí ni allí. Las piedras de Ica fueron
etiquetadas como “broma” y olvidadas.
El caso no requirió una confrontación cara a cara, o una
descrédito público de no-científicos por científicos; se ocuparon de esto con
tácticas invisibles de presión.
Puesto que estaba registrado bajo “broma”, la enigmática
evidencia nunca tuvo que tratarse, como tampoco se trató el siguiente ejemplo.
Censura del "Pensamiento Prohibido" – Evidencia de
la Gran Antigüedad de la Humanidad
El caso del autor Michael Cremo, está muy bien documentado,
y también demuestra cómo el establecimiento científico abiertamente usa
tácticas de presión en los medios de comunicación y el gobierno. Este libro,
‘Arqueología Prohibida’ examina muchos ejemplos previamente ignorados, de
artefactos que prueban que la antigüedad del hombre moderno excede bastante la
edad dada en las cronologías aceptadas.
Los ejemplos que presentaron él y su co-autor son
controversiales, pero el libro se convirtió en mucho más controversial que su
contenido, al ser usado en este documental.
En 1996, la NBC transmitió un especial llamado ‘Los
Misteriosos Orígenes del Hombre’, en el cual presentó material del libro de
Cremo. La reacción de la comunidad científica se salió de la escala de Richter.
La NBC fue inundada con cartas de científicos iracundos que llamaban al
productor “un fraude”, y todo el programa “una broma”.
Pero los científicos fueron más allá que esto – mucho más.
En una secuencia extremadamente desmedida de bizarros movimientos, ellos
trataron de forzar a la NBC de no re-transmitir el popular programa, pero su
esfuerzo falló. Entonces tomaron el paso más radical de todos: ellos
presentaron su casi al gobierno federal y solicitaron a la Comisión Federal de
Comunicaciones que interviniera, y bloqueara a la NBC de poner nuevamente este
programa al aire.
Esto no fue solamente una violación a la libertad de palabra
y un obvio intento de frustrar la comercialización, fue un esfuerzo sin
precedentes de censurar el diálogo intelectual. Si el público, o cualquier
agencia gubernamental hiciera un intento de esposar al establecimiento
científico, el público jamás hubiese escuchado el final.
La carta al FCC, escrita por la Dra. Allison Palmer,
Presidenta del Instituto para Estudios Cambrianos es reveladora:
Como mínimo, la NBC debería ser obligada a pedir disculpas
en las horas sustancialmente de mayor difusión, a su audiencia televisiva
durante un suficiente período de tiempo, para que la audiencia claramente
entienda el mensaje de que fueron engañados. Además, la NBC debería, quizás,
ser multada suficientemente como para poder establecer una importante
recolección de fondos para la educación pública en ciencias.
Yo creo que tenemos algunos buenos sondeos de quien es la
“Policía del Cerebro”. Y realmente no creo que “conspiración” sea una palabra
demasiado fuerte – porque para cada caso de esta clase de intento de supresión
que es expuesto, se exponga que otros 10 continúan exitosamente.
No tenemos idea de cómo muchos artefactos enigmáticos o
fechas habrán sido etiquetadas como “errores” y descartadas en bodegas de
almacenaje o archivos circulares para nunca más ver la luz del día.
Rechazo de Datos: Fechado inconveniente en México
Hay un caso de alto perfil, de la Dra. Virginia
Steen-McIntyre, una geóloga trabajando para la Inspección Geológica
Estadounidense (USGS), quien fue despachada hacia un sitio arqueológico en
México, para fechar un grupo de artefactos en los años setenta. Esta parodia
también ilustra cuan lejos irán los científicos del establecimiento para
custodiar los dogmas ortodoxos.
McIntyre usó equipo altamente avanzado, y respaldó sus
resultados usando cuatro diferentes métodos, pero sus resultados estaban fuera
de los estatutos. Los arqueólogos principales esperaban una fecha de 25,000
años o menos, y el hallazgo de la geóloga fue de 250,000 años o más.
La figura de 25,000 años o menos era crítica para la teoría
del “cruce” del Estrecho de Bering, y esta fue la motivación detrás de los
revolucionarios resultados de la principal arqueóloga, Steen-McIntyre en el
archivo circular, y pidiendo una nueva serie de pruebas de fechado. Este tipo
de reacción no ocurre cuando las fechas concuerdan con el modelo cronológico
previsto, que apoya las teorías aceptadas.
A la arqueóloga Steen-McIntyre se le dio una oportunidad de
retractor sus conclusiones, pero ella la rechazó.
Más tarde se encontró con la dificultad de que publicaran
sus papeles, y perdió su empleo de enseñanza en una universidad estadounidense.
Supresión y Etnocentrismo Gubernamental: Evitando Evidencia
Anómala en NZ, China y México
En Nueva Zelanda, el gobierno realmente entró y decretó una
ley que prohibía al público entrar a una zona arqueológica controversial. Esta
historia apareció en el libro, ‘Antigua Nueva Zelanda Céltica’ de Mark Doutré.
Sin embargo, como averiguaremos (y como lo prometí al
principio del artículo), esta es una conspiración complicada. Los científicos
tratando de proteger sus “santificadas” teorías, mientras avanzan en sus
carreras no son los únicos que quieren suprimir artefactos e información. Aquí
es donde la situación se vuelva pegajosa.
El Bosque Waipoua se convirtió en un controversial sitio en
Nueva Zelanda porque una excavación arqueológica, al parecer, mostró evidencia
de una cultura no-Polinesia, precediendo a la Maorí – un hecho con el cual la
tribu no estaba muy feliz. Ellos supieron de los resultados de las excavaciones
antes que lo hiciera el público en general, y se quejaron con el gobierno.
Según Doutré, el resultado fue “un documento oficial de archive, que claramente
mostraba una intención por parte de departamentos del gobierno de Nueva Zelanda
de retener información arqueológica del escrutinio público durante 75 años.
Al público le llegaron rumores de este fiasco, pero el
gobierno negó la demanda. No obstante, documentos oficiales muestran que había
sido puesto un embargo en el sitio. Doutré es un estudiante de historia y
arqueología de Nueva Zelandia. El está preocupado, porque dice que los
artefactos probando que hubo una cultura más temprana que precedió a los
Maoríes hacen falta en los muesos.
El pregunta que pasó con varios remanentes anómalos:
¿Dónde están las antiguas muestras de cabello Indo-Europeas
(cabello ondulado, rojo cobrizo), originalmente obtenidas de un refugio de roca
cerca de Watakere, que estuvieron en exhibición en el Museo Memorial de la
Guerra en Auckland durante muchos años? ¿Donde está el esqueleto gigante
encontrado cerca de Mitimati?
Desafortunadamente este no es el único incidente así. El
Etnocentrismo se ha vuelto un factor en la conspiración, para esconder la
verdadera historia de la humanidad. El Autor Graham Hancock ha sido atacado por
varios grupos étnicos por reportar similares hallazgos enigmáticos.
El problema para los investigadores preocupados por
establecer la verdadera historia de la humanidad es que las metas de los
nacionalistas o grupos étnicos que quieren poner demanda de haber sido los
primeros en estar en un lugar en particular, a menudo se mezclan con las metas
de los evolucionistas culturales.
Los arqueólogos son rápidos en ir a suprimir esta clase de
hallazgos anómalos. Una razón por la cual los egiptólogos guardan tan
celosamente la fecha de la construcción de la Gran Pirámide tiene que ver con
un asunto de orgullo nacional.
El caso de las momias del Desierto de Takla Makan en el
oeste de China es otro ejemplo de este fenómeno. En los años ‘70s y ‘80s, una
inexplicable cultura caucásica fue repentinamente desenterrada en China. El
ambiente árido preservó los restos de gente de cabellos rubios y ojos azules,
que vivían en la China pre-dinástica.
Ellos usaban finas ropas muy coloridas, así como coloridos
eran sus botas, medias y sombreros. Los chinos no estaban muy contentos acerca
de esta revelación, y le han restado importancia al enigmático hallazgo, aunque
los asiáticos fueron encontrados, enterrados a la par de estas momias
caucásicas.
El escritor para National Geographic, Thomas B. Allen
reflexiona en un artículo, en 1996, acerca de su hallazgo de una cerámica
llevando la huella digital del alfarero. Cuando el preguntó si podría llevar el
fragmento donde un antropólogo forense, el científico chino preguntó si el
“sería capaz de decir si el alfarero era un hombre blanco”. Allen dijo que el
no estaba seguro, y el oficial empaquetó el fragmento y silenciosamente se
alejó. Parece que muchas cosas se cruzan en el camino de los descubrimientos y
hallazgos científicos.
La existencia de la cultura olmeca en el México antiguo
siempre ha planteado un problemas. ¿De donde vino la gente negroide
representada en las colosales cabezas? ¿Porqué hay caucásicos tallados en las
estelas, en lo que es la semilla de la civilización mexicana? Lo que es peor,
¿porqué no se encuentran gentes indígenas mexicanas en los artefactos Olmecas?
Recientemente, una arqueóloga mexicana resolvió el problema
haciendo una fantástica afirmación: que las cabezas Olmecas – las cuales,
generaciones de personas de todos los grupos étnicos han estado de acuerdo en
que tienen una llamativa semejanza a los africanos – realmente eran
representaciones de la tribu local.
STORM-TROOPERS PARA EL DARWINISMO
El público no parece para nada enterado del hecho que el
establecimiento científico tiene un doble estándar cuando set rata de un libre
flujo de información. En esencia, transcurre de esta manera…
Los científicos son altamente educados, bien entrenados e intelectualmente
capaces de procesar todo tipo de información, y pueden hacer distinciones
correctamente críticas entre los hechos y la ficción, la realidad y la
fantasía. El vil público es simplemente incapaz de operar en esta plano
altamente mental.
El noble ideal del científico altamente calificado,
imparcial y apolítico, como observador y ensamblador de hechos establecidos,
hacia un útil cuerpo de conocimiento parece haber sido destrozado bajo las
presiones y demandas del mundo real. La ciencia ha producido muchos beneficios
positivos para la sociedad; pero deberíamos ya por ahora saber que la ciencia
tiene su lado escuro, negativos. ¿Qué no fueron, pues, esos mansos compañeros
en impecables batas de laboratorios, quienes nos dieron las bombas nucleares y
las armas biológicas? La edad de la inocencia terminó en la II Guerra Mundial.
la comunidad científica tiene una actitud de superioridad
intelectual es levemente disfrazado bajo un disfraz de unas muy cuidadosamente
orquestadas relaciones públicas. Siempre vemos a la Ciencia y al Progreso
caminando mano a mano. La Ciencia, en una institución en una sociedad
democrática, deberá funcionar de la misma manera en que funciona la sociedad en
grande; deberá abrirse a debates, argumentos y contra-argumentos. No hay lugar
para un autoritarismo sin cuestionamiento. ¿Estará la ciencia moderna
alcanzando y resolviendo estos estándares?
En el otoño del 2001, la PBS aireó una serie de siete partes
titulado Evolución. Tomándolo en valor de cara, esto parece lo suficientemente
inofensivo. Sin embargo, mientras el programa fue presentado como un periodismo
científico puro, objetivo, investigador, falló completamente en siquiera
alcanzar los estándares mínimos de la divulgación imparcial. La serie fue
pesadamente cargada hacia la visión de que la teoría de la evolución es un
“hecho científico” que es aceptado por “virtualmente todos los científicos
reputables del mundo”, y no como una teoría que tiene debilidades y críticas
fuertemente científicas.
Al producir esta serie, ni siquiera se molestaron en
entrevistar a científicos que tiene críticas sobre el Darwinismo: no
“creacionistas”, sino que científicos auténticos y de buena fe. Para corregir
esta deficiencia, un grupo de 100 científicos disidentes se sintieron impulsados
a publicar un lanzamiento de prensa, “Una Disensión científica del Darwinismo”,
en el día en que estaba programado que saliera al aire el primer capítulo.
El nominado al premio Nóbel, Henry “Fritz” Schaefer estaba
entre ellos. El estimuló a abrir un debate público de la teoría de Darwin:
Algunos defensores del Darwinismo abrazan estándares de
evidencia para la evolución que, como científicos, jamás aceptarían, en otras
circunstancias.
Hemos viso este mismo acercamiento “no-científico”, aplicado
a la arqueología y la antropología, mientras que los “científicos” simplemente
se niegan a probar sus teorías, y sin embargo se apuntan a sí mismos como los
árbitros finales de “los hechos”. Sería ingenuo pensar que los científicos que
cooperaron en la producción de la serie estaban inconscientes de que no habría
otra presentación de contrapeso, por parte de críticos de la teoría de Darwin.
Richard Milton es un periodista de ciencias. El ha sido un
ardiente y verdadero creyente de la doctrina Darwiniana, hasta que sus
instintos investigadores lo golpearon un buen día. Después de 20 años de estar
estudiando y escribiendo acerca de la evolución, el repentinamente realizó que
había muchos agujeros desconcertantes en la teoría. El decidió tratar de
aliviar sus dudas y probar la teoría a sí mismo, usando los métodos estándar
del periodismo investigador rutinario.
Milton se volvió un visitante regular del famoso Museo de
Historia Natural de Londres. El cuestionó cuidadosamente cada dogma importante
y las clásicas pruebas del Darwinismo a prueba. Los resultados lo ‘sacudieron’.
El encontró que la teoría ni siquiera podía encarar ni los mínimos rigores del
periodismo investigador rutinario.
El veterano escritor de ciencia tomó una medida drástica y
publicó un libro titulado: “Los Hechos de la Vida: Rompiendo los Mitos del
Darwinismo”. Está claro que el mito darwiniano había sido roto por el, pero
muchos otros mitos acerca de la ciencia serían también aplastados después de
que su libro fuera lanzado a publicación. Milton dice:
Experimenté la actividad de ‘cacería de brujas’ de la
policía darwinista de primera mano - fue profundamente desilusionador
encontrarme a mi mismo siendo descrito por un prominente zoologista de Oxford,
Richard Dawkins, como “chiflado”, “estúpido” y “necesitando ayuda
psiquiátrica”, en respuesta a reportes puramente científicos.
(¿Sonará esto como las historias que vinieron de la Unión
Soviética hace 20 años, cuando los científicos disidentes allí comenzaron a
hablar públicamente?)
Dawkins lanzó una campaña de escritura de cartas a los
editores del periódico, implicando que Milton era un “espía” creacionista, cuyo
trabajo debería ser descartado. Cualquiera que tenga alguna familiaridad con la
política reconocerá esto como una táctica estándar maquiavélica de manual de un
“asesinato de carácter”. Dawkins es un científico altamente respetado, cuya
reputación y situación en la comunidad científica tiene mucho peso.
Según Milton, el proceso vino a la cabeza cuando el
Suplemento de Alta Educación del periódico Times de Londres lo comisionó a
escribir una crítica al Darwinismo. La publicación presagió lo que estaba por
venir: “Próxima Semana: Darwinismo – Richard Milton ataca”. Dawkins supo de
esto, y no perdió tiempo pellizcando esta herejía en el brote.
Él contactó al editor, Auriol Stevens, y acusó a Milton de
ser un “creacionista”, y prevaleció sobre Stevens para halar la palanca sobre
el artículo. Milton supo de este apuñalamiento detrás de los telones, y
escribió una carta de apelación a Stevens. Al final, esta excavó dentro de
Dawkins y rasguñó la pieza.
Imagínese que sucedería si un político o burócrata usara
tales tácticas de presión para matar una historia de los medios masivos de
comunicación. Esto detonaría un enorme escándalo. No así para los científicos,
quienes parecen ser vistos como “vacas sagradas” y más allá de la reprobación.
Hay muchos factores perturbadores relacionados con estos casos. La teoría de la
evolución, de Darwin, es la única teoría rutinariamente enseñada en nuestro
sistema de escuelas públicas, y jamás ha sido sujeto a un riguroso escrutinio;
ni han sido permitidas ninguna de las críticas en el plan de estudio...
Este es un interesante hecho, porque una reciente encuesta
muestra que el público estadounidense quiere que la teoría de la evolución sea
ensañada a sus niños; sin embargo, el “71% de los encuestados dicen que los
maestros de biología deberían enseñar tanto el Darwinismo, como la evidencia
científica en contra de la teoría darwinista”. No obstante, no hay planes para
implementar este acercamiento más equilibrado.
Es irónico que Richard Dawkins ha sido asignado para la
posición de Profesor del Entendimiento Público de la Ciencia en la Universidad
de Oxford. El es un clásico “Policía del Cerebro”, patrullando las líneas
frontales neurológicas. El establecimiento científico occidental, y los medios
masivos de comunicación se enorgullecen de ser foros abiertos al público,
desprovistos de prejuicios o censura. No obstante, ningún programa de
televisión que examine los errores y debilidades del Darwinismo ha sido puesto
al aire en el país natal de Darwin o en los Estados Unidos. Un científico que
se opone a la teoría no puede conseguir que le publiquen documento alguno.
Los Misteriosos Orígenes del Hombre no era un ataque frontal
contra el Darwinismo; simplemente presentaba evidencia que es considerada
anómala por los preceptos de esta teoría de la evolución.
Volviendo a nuestros bastiones de integridad intelectual,
Forest Mims era un sólido y habilidoso periodista de ciencia. Jamás ha sido el
centro de ninguna controversia, y así, fue invitado a escribir en la columna
más leída, en la prestigiosa revista América Científica, “El Científico
Aficionado”, una tarea que el aceptó con mucho gusto. Según Mims, el editor de
la revista, Jonathan Piel, entonces, supo que el también escribía artículos
para varias revistas cristianas.
El editor llamó a Mims a su oficina y lo confrontó.
“¿Cree usted en la teoría de la evolución?” preguntó Piel
Mims respondió, “No, no creo, y tampoco lo cree Stephen Jay
Gould.”
Su respuesta no afectó la decisión de Piel de desbaratar la
popular columna después de solamente tres artículos.
Esto tiene el desagradable olor de una cacería de brujas. El
escritor nunca transmitió públicamente sus puntos de vista privados o
creencias, por lo que parecería que los “stormtroopers” ahora creen tener
órdenes de asegurarse que los pensamientos “no aprobados” jamás serán
divulgados en público.
Tabú o No Tabú?
Así, pues, los monitores del “buen pensamiento” no son como
los de la élite o de la comunidad científica, como hemos visto en varios casos;
son productores de televisión y editores de revistas, también. Parece claro que
todos ellos son guiados por el singular imperativo de fomentar “la educación
pública sobre ciencia”, como lo planteó tan aptamente el presidente del
Instituto Cambriano.
Sin embargo, hay un segundo artículo en la agenda, y es para
proteger al público de pensamientos “no-científicos” e ideas que pudieran
infectar la mente de las masas. Nosotros señalamos algunos de esos tabú al
principio del artículo, ahora debemos agregar que son también “malsanos,
incompletos” e inaceptables” para engancharse en ninguna de las búsquedas
siguientes de investigación:
fenómenos paranormales
OVNIs
fusión en frío y energía libre,
...y todo el resto de las “pseudo-ciencias”.
¿Tendrá esto un anillo familiar en él?
¿Estaremos escuchando los débiles ecos del fanatismo
religioso?
¿Quien le dio a la ciencia la misión de ingeniería y
dirección de las búsquedas inquisitivas de los ciudadanos del mundo libre?
Es cualquier cosa menos imposible para cualquier papel
científico que tenga ramificaciones anti-Darwinianas ser publicado en un
periódico científico de la corriente principal. También es simplemente tan
imposible conseguir temas “tabú” incluso para la tabla de revisión, y podemos
olvidarnos acerca de encontrar nuestro nombre bajo el título de cualquier
artículo en la revista Naturaleza (Nature), a menos que uno sea un científico
acreditado, ¡incluso si uno fuera el próximo Albert Einstein!
Para volver a exponer cómo comienza esta conspiración, será
con dos filtros: credenciales y revisión por parte de otros. La Ciencia Moderna
es ahora un laberinto de tales filtros, puestos para promover ciertas teorías
ortodoxas, y al mismo tiempo, filtrar fuera aquella información que ya está
pre-juzgada a ser inaceptable. Los principios guías no son precisamente la
evidencia y el mérito. Estos principios de objetividad, acceso y apretura han
sido reemplazados por conformidad y posición, dentro de la comunidad
establecida.
Los científicos no vacilan en lanzar los más indignantes
ataques personales en contra de aquellos que ellos perciben ser el enemigo. El
eminente paleontólogo, Louis Leakey describió este ácido de una sola línea
acerca de la “Arqueología Prohibida”, (Forbidden Archeology)
“Su libro es puro disparate, y no merece ser tomado en serio
por nadie que no sea un tonto.”
De nuevo, vemos el empuje de un ataque personal: los méritos
de la evidencia presentada en el libro no son examinados o debatidos. Es una
embotada y autoritaria declaración o pronunciamiento.
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